El escritor y su mundo (Un pequeño relato en una de las tantas carpetas, procediendo para su extracción por el método bibliomántico)

(Estabas tú aún viva, hermana. Cualquier semejanza con lo biográfico... Pues es todo, que nos sucede a todos los autores, aun a los que escriben tonterías. Pero tantos de los datos, novelados, cambiados. Por ejemplo mi padre no fue este tacaño que aparece aquí preocupado por el gasto en el recibo de la luz, la madre de una sirviéndole de portavoz, provocado por las aficiones nocturnas lectoras-escritoras de su hija. Y tampoco es para nada semejante a mi madre la voz de madre "superiora" que transita este cuento acusando de birria a un padre, su esposo)

-¡Has parido una inútil! ¡Te digo que has parido una inútil!
Comenta el padre con la más desabrida de las voces. Lo cual implica la asistencia de todos los vecinos al acto de fe.
La mamá:
-Nenita ya está bien de luz. ¿Con qué crees que haremos frente al pago del recibo?
De la Compañía Eléctrica de toda la vida. Quien esto cuenta, por supuesto asistente al acto ya que convocada por la voz estentórea del padre de familia, aclara lo anterior, pues voces corren estos días de que cierta Compañía pirata, ¡al estilo de la Telefónica!, anda saqueando el presupuesto de cada desprevenida familia de este país sin consentimiento de la "legalmente" autorizada. Pero ustedes a su contador ¡y aférrense a sus derechos! (Interrumpo mi relato, tan viejo como el dato de la Compañía Eléctrica que dejo caer, y sus saqueos) Cuando vengan con corsarias e ¿independientes? intenciones de cobro... Reciban con una buena andanada de epítetos en forma de pago por adelantado y en el acto. Así es como hay que tratar a todas estas "compañías", que ya dijo aquél que más vale estar solo.
Sigue la madre: -¿Acaso con la birria de sueldo... ? Pero claro de otra birria (mirando al padre) Ah ¡¿Y tus ojos?! Ay tus ojos. Esas gafas te alejan más cada vez del género masculino... Al que, por otra parte, hubieras hecho bien en pertenecer.
La muchacha, desesperada, huye y se refugia en las cuevas del dolor profundo. Y allí en brazos de ese mal amante sus cuitas soliloquea. Soliloquio soliloquio espejo de nuestros más íntimos pareceres. ¡Aquí sí que cualquier parecido con cualquier realidad del que recurre a tales extremos narrativos, es todo!
-Si estrangulara a algún editor tal vez no apareciera como esta inútil que aparento a los ojos de todos, y los ingresos que de ello obtuviere, la fama que nos daría tal desesperado acto, contribuirían en algo a los gastos excesivos que genera cualquier dedicación a la Más Bella de las Artes, sean crímenes. Me imagino los titulares: "Autora en busca de editor, lo encuentra, y acto seguido lo ajusticia". Quedaría tan a lo Pirandello en la crónica de sucesos.....

Y aquí pongamos música de fondo para una imaginación truculenta con cadáver enfrente, además de "Fin".

Tan yo, tan inocente, tan bella: tan yo misma, me encuentro en este relato, que aunque hayan pasado por la mano que lo escribiese cuarenta años, es como si lo redactase ahora mismo. Desde luego esa condición "ahora mismo", ser fruto del ahora, es como lo verán quienes leyeren... Con cuarenta años de retraso esto que se redactó.
Te gané Pizarnik. Tú para hacerte escuchar por una mayoría, aunque exigua, sólo pasaron treinta años de tu suicidioasesinato a nuestras fechas.
Sobre la conveniencia de morirse a tiempo, sea de mala manera.