Habría que rectificar a Cristo y sus dichos para ajustarlos más a la experiencia, sobre todo en el mundo de él, no demasiado menos en el mío:
Todo criminal tiene derecho a llevárselo crudo, ¿quién habla del salario, de sal, que ni se cobra, trabajarás por amor al arte, que ello implica: sudarás con tu frente, todo tu organismo, aunque no comerás.
El crimen obtiene siempre su recompensa, aunque el trabajo no, algo tan obvio en política, quiérese decir todos los estatus sociales por tanto.