Sinceros pensamientos para empezar el año

¿Puedo haberme perdido toda mi vida y no darme ni cuenta?
¿Ganado me he el alma con ello, como está escrito?
Puedo haberme sentido cómo me arrancaban los días uno a uno
como una muela más,
otro diente con el que te incapacitan de a poco...
De a poco que es de un a mucho cuando te percatas.
¿Y cuándo te percatas?
Año tras año
con la vida torcida
llevada por donde ellos quieren
no donde tú.
¿Y quiénes quieren?
Toda esa tela social que constituye el mundo,
todo ese infame tejido,
cuanto más noble se piensa, más depredador.

¿Puedo decir "¡Ay!" a estas alturas,
a estos estratos descendida de la no-existencia?
¿Pude proferir alguna vez lamento alguno
con la vida más cerrada que aquellas que emparedaban en el medievo?
En el medievo, lapidaban en la antigüedad, quemaban,
desgarraban a trozos,
a trozos de su alma hasta convertidas en menos que bestias,
a trozos de su carne para escarmiento público,
última liquidación.

Sinceros pensamientos para empezar el año.
De un mismo sincero análisis contadnos,
contaos entre vosotros vuestras vidas.

Os deseo sinceridad a todos,
para que la sinceridad de unos pocos
no nos sea en nuestra desdicha;
para que la sinceridad nos ilumine.
Ni alma ni inteligencia, ni libertad belleza
donde la insinceridad se instala,
donde todos van ocultando a todos sus almas sus propósitos....
Aunque quizá no tienen esos abismos:
almas y su honradez prístina,
ese ser como los niños,
los niños buenos
esos que acaban siempre muertos o violados
o arruinados o marginados
por sus "compañeros" malos,
esos, entre ellos, camaradas, colegas,
tan puestos en el mundo,
tan en el mundo puestos de sus padres,
lo que mamaron:
esa esencial maldad, esencial hipocresía
que abre todos los portalones al paso
sin necesitar permisos.

Maldad esencial, esencial hipocresía
en la que están basadas todas las sociedades,
desde sus raíces, sus instituciones más respetadas
o tenidas por respetables.

Os deseo esa sinceridad que acabaría con todo esto:
Mal del mundo, tronchado espíritu,
mundo cueva barril de amontillado
donde se ocultan todos los cadáveres,
todas las injusticias
que permiten prosperar al que prospera
y ser arrojados a las cunetas de todos los fusilamientos
a cuantos.... Día por día, diente por diente,
nos fueron arrancando la vida
sin que pudiésemos proferir ni un "¡Ay!",
¿quién escuchaba?,
aunque supiésemos escribir
palabras más bellas y más sabias que éstas
QUE A NADIE JAMÁS LLEGARÍAN.
Pues estamos en el mundo de la insinceridad,
de la mal disimulada soberbia en andrajos de humildad,
de la mala poesía, pésimas novelas,
de los negocios más sucios hechos hasta con lo más sagrado:
la vida bien de todos que disfrutan los menos
y quizá los que menos se lo merecían.

¿Quién eres tú y por qué te ensañas?
¿Para vivir necesitabas de mi inexistencia?
Desgraciados de cuantos, y seréis tantos,
que deberéis responder a estas preguntas.
Y las deberéis responder para vuestro asombro,
que, bajo esa disimulada piel, vivisteis,
de modo que el disimulo de la insinceridad
era ya más carne vuestra que vuestra propia carne,
que el pensamiento cómodo, pensamiento asimilado
de la corriente general
era tan vuestro propio pensamiento
que las neuronas os fueron concedidas en vano.

¡Insinceros del mundo:
Preparaos para vuestra propia inexistencia!
Por fin de vuestro fruto comeréis,
no del ajeno árbol, esfuerzo.
Vida habrá,
¿desgraciadamente después de ésta?,
donde el que no dejó vivir, no viva,
donde vivan cuantos fueron por sus "compañeritos"
malvados, muñecos asesinos,
peleles autómatas que se pensaron dotados
de algún pensamiento propio
cuando únicamente siguiendo la corriente general;
donde vivan, vivamos,
cuantos os caímos tan mal por ser limpios, sinceros...
¿Quizá os molestaba en las turbias conciencias
el espejo que os dábamos?
¿Sin saberlo sentíais:
Ése, ésa, así, debería ser yo,
y de ahí vuestro afán por exterminarnos
cuanto más hipócritamente, más efectivo?

¡Sí! Así debisteis ser:
Del modo que no permitisteis ser nunca,
de esa manera que molestaba tanto
que hasta ni inscrita en los reglamentos.
Reglamentos de las sociedades de todo tipo.
Pelotón de los torpes: Pelotón de fusilamiento.
Siempre en pelotón, en cuadrilla,
los males del mundo.
Los males en el mundo que no retroceden,
ni aun por infinitas hipócritas ongs.
Que si algo ha de ser reformado,
ha de serlo en nuestra propia casa,
vueltecita alrededor de nuestras vidas
y las vidas de la generalidad que para el mundo importan,
nos diéramos,
y luego nos pensásemos capacitados
para resolver algún dolor, injusticia en el mundo.
¡¿Cuánto hay de mal en estas sociedades primer mundistas?!
Nos interrogásemos con escándalo;
y luego nos sintiésemos capacitados para actuar.
Para actuar.... ¡Cambiándolo todo!
No hay nada bueno en nuestro primer mundo que podamos exportar.
¿Qué es eso de las democracias, donde las mismas son los cuatro de siempre?
¡¿Qué es eso de los grandes sueldos primas bonificaciones
para los que menos trabajan y menos lo hacen para bien que no fuere el de ellos?!
¡¿Qué es eso del te educarás con dinero, aspirarás de ese modo a un lugar digno en la sociedad?!
¡¿Qué es eso del tener que tragarse, bonitas tragaldabas las del entero mundo,
que los pobrecitos bancos y banqueros y financieros ladrones pues especuladores indignos,
baratos, sucios, torpes, hayan de reflotarse con el esfuerzo de los demás,
mientras estos demás nos hundimos en la más absoluta miseria,
muerte en vida, no tener ni por dónde salir, dónde actuar,
que me viene a mí pasando durante toda mi vida
y aquí me lamento, como si me hubiesen arrancado la vida toda
y yo sin darme cuenta de tanto dármela, de tanto no poder impedirlo?!

Muchos hoy, gracias o desgracias a esta crisis (a mí ya me apisonaron con todas las anteriores
y desde todos los intersticios por los que quise hacerme hueco en este mundo, existir,
existir con mi palabra, qué menos para el que escribe)
estáis aquí, como yo, un poco menos que yo, pero así.
Sentíos muertos, sentid cómo os corren la lápida sobre la todavía cabeza viva
que ni calavera....
¡¿No habrá una voz universal desde todas esas gargantas
que desgarre el tejido social del mundo
convirtiéndolo de verdad en otra cosa
y sin necesidad de hipócritas ongs,
o estafas de organismos y disposiciones gubernamentales
dícense conducentes a paliar las sociales catástrofes
cuando las provocan?!
¡¿Cómo puede gobierno alguno, ni incluso el nuestro,
ayudar con cuatrocientos euros de mierda, ¡¡que ni se entregarán!!
(por lo menos como los entreguen como a mí me ayudaron, asistieron, "reflotaron")
a cuantos ellos mismos, gobiernos siempre en colaboración con los grandes capitales,
ayudaron a arruinar, cómo, después de entregar el río de los miles de millones
a manos de los mismos silenciadores, explotadores, arruinadores de siempre,
grandes bancas, grandes capitales,
todo tipo de instituciones sociales, enseñanza, cultura, ciencia, información,
nacidas como encubridoras, como coartadas y bastiones de los anteriores?!

Ahí nos esperáramos:
En un Otro Mundo nacido del común alarido de todos los damnificados,
no en otra vida después de sepultados aquí.
¡Del común alarido de todos los damnificados que se alzase como una bendita ola de renovación!
Renovación de tanta mierda hipócrita:
Tanta cultura que no lo es, tanta información sólo basura, sólo medias tintas;
tanta cultura, sitio en el mundo, comprado a golpe de talonario o recomendación;
tanta sanidad de la que despídete como en los Estados Unidos de Norteamérica
que ahora quieren socializarse en este aspecto con Obama
(ya será a medias, ya será para paliar un poco la vergüenza que destapase su bestia negra Michael Moore),
de la que despídete: pues muerto estás si tu salud mental o física te impiden
seguir siendo la bestia de carga para ingresar los dólares, euros...
con los que curarte en salud,
pescadilla que se muerde la cola,
esa salud mermada en el esfuerzo sobrehumano para conseguir los dólares que te garanticen la salud, poder subvencionártela,
salud de tu corazón, tus dientes o tu sexo, o tus neuronas.

¡Grito, un Grito, un Salto a un Otro Mundo es posible, si pensamos en la Rusia de los Zares,
en la Francia de los no menos asesinos Borbones,
en la España de los Comuneros y de sus siempre fracasadas Repúblicas, Constituciones
Cortes de Cádiz silenciadas con sangre!
¡Un salto a un Otro Mundo donde nadie tenga la llave de tu vida,
la conduzca por los precipicios, desfiladeros, en los que las estrelle para su beneficio,
tu explotación, tu dejar de existir para que ellos existan!
¡Un salto a un Otro Mundo donde las llaves de la vida de cada uno estén en manos de sus propietarios legítimos!