"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

martes, 7 de julio de 2009

Tantas cosas que decir. Y eso olvidándonos de nuestra vida íntima, todas esas sensaciones del maltrato que nos da la vida, del agravio continuo a

nuestra inteligencia hecho por nuestros semejantes que la condenan a no existir, pues no formamos parte de grupo o grupúsculo alguno, ya bien científico, ya bien en las artes, grupito alguno de pensamiento o pensadores en general. Grupos, grupitos, todos siempre a ser considerados como mafias, grupos grupitos todos de delincuentes, hasta los más inocentes, aquellos, por ej. primeros y segundos cristianos que condujeron a la secta al lugar de criminalidad que ahora ocupa como poder, otro más de y en el mundo. Grupos, todos pelotón de los torpes y, por lo tanto, de fusilamiento de cuanto no comulgue con su secta.

Empecemos por la única vida que nos queda, esa, la de nuestra inteligencia, la de nuestro intentar encontrar el cielo como el amigo “genio” novelista del que hablábamos en http://soloveorosas2.blogspot.com/2009/07/el-descubrimiento-del-yo.html (encontrar el cielo que al que lo busca le aniquilan de un meteoritazo como lúcidamente expone el amigo “genio” en su novela) la de nuestro precario intentar descubrir el gran misterio que nos hizo o hizo a Todo.

¿Y por qué no? Algo hay que decir, o volver a decir.
Empecemos por π, ese número omnipresente en física atómica (como no atómica), esa viva contradicción si contemplamos otras posibilidades de espacios o geometrías. ¿Qué pinta π en las geometrías no euclidianas de las relatividades especiales? Se dice que π no es constante en ellas. ¿Qué pinta π si se dan las relatividades especiales por ciertas? Y además ¡Qué coños puede importar que los ángulos de un triángulo sumen 180 grados a lo euclidiano plano, o más o menos de esos 180 en las geometrías curvadas positiva o negativamente!
Aunque ¿representaría alguna ventaja o alguna iluminación especial sustituir π, por ejemplo, por h•c4, que las geometrías o el espacio emanasen de la energía y su masa relacionada, y no al revés?
En la fuerza eléctrica, escrita 1/4πεo o es lo mismo c2x1-7, tendríamos, en vez de un 4πεo, un 1/h•c4εo. Pero como εo μo también están escritas bajo los auspicios de π, tampoco cambiaría nada en cuanto a las intensidades de esas fuerzas, magnética eléctrica. Simplemente lo harían εo μo, igualmente escritas bajo las instancias del 4π (μo =4π x1-7, que sería μo= h•c4x 1-7; o εo= 1/μoc2, que al ser otro μo, ya no sería él, εo, tampoco el mismo) dándonos un espacio menos permeable, en ese factor h•c4, a lo magnético y más permisivo con lo eléctrico. ¿Contamos o es posible crear con o a un espacio de estas características, aunque nuestras supuestas “exactitudes” para los εo μo no nos digan nada al respecto?

Y puestos a sustituir ese π, si esto ha de ser más riemanniano que euclídeo, ¿qué pasa con la famosa constante del descubridor de la antimateria, Dirac, barrándonos la h de Planck, o sea dividiéndola por 2π? Si sustituimos, esta vez 2π, por lo mismo, h•c4…. Ahora obtenemos algo gracioso. Que la entidad o criatura de Planck, h, no es otra cosa que 1/c4

Parece ser que muchas constantes se nos quedarían en una sola, c, y sus cuadrados y sus cuartas potencias, simplemente ojeando qué les separa, qué separa las h planckianas o diracianas de los c4 (h•c4) , o la constante eléctrica e, de 1/c2, e•69,44616166 (1/c2•e, tan constante de radiación segunda c2=hc/k) Y aquí está nuestro 69,44616166 necesario para construir todas las masas a partir de la carga: 69,44616166eV(de la masa que sea)•e2.

Toda una simplicidad ver c, el rostro inverso de c, como la carga eléctrica o la mínima energía y no como una mera velocidad. De paso nos quitamos de encima los latos π y su relación longitud diámetro, que no todo es circunferencia y eso aunque se curve.

No llego a nada, no consigo nada. Pero ¿acaso consiguió algo ni nuestro amigo Jesucristo? ¿Acaso consiguieron algo los Einstein los Dirac?, si lo examinas. ¿Para qué sirven las antimaterias y las relatividades aparte de dar empleo y sueldo a unos cuantos señores más o menos al tanto de lo que pueda ser el mundo visto desde la Física? Visto para bien o para mal, visto para conseguir algo o no conseguirlo. Sólo lo que nos acerca a desvelar el misterio sirve para algo. Y hay tanto que nos embrolla diciéndose de lo mismo acercarnos. Y hay tanto, y somos tantos, que al parecer no somos nadie, nada conseguimos ni nada pintamos, cuando quizá esté en nuestra condición de “piedra” rechazada en la construcción de todos, la categoría de “angular” para que no se les viniese el edificio abajo.
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