"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

lunes, 15 de septiembre de 2008

El submarino de la resurrección (Cecilia muerta)


(El vídeo es del año 1972. Puede que estuvieses tú viva aún Alejandra cuando estas imágenes se tomaron)

Un sueño mío del año 1976 o posterior, pues es con Cecilia muerta (nuestra cantautora tan trágicamente arrancada de las escenas) El sueño convertido en poema está escrito dentro de mi libro "Escribir es romperse la cabeza" (también cantar puede ser rompérsela, como a ella, Cecilia, le sucedió en accidente tan macabro. Ella pasó del sueño a la muerte para su felicidad. Yo seguí soñando dentro de la muerte que para las buenas personas del mundo es éste, dentro de la muerte que soñó con su muerte, ella muerta, ella resucitada, que soñaría con la vida más allá de la vida desde la cual hablaron otras, que recibiría esa voz que hablaron otras en mi propia vigilia, ya nada de sueños)

-Más que con una paleta que pende de una cuerda,
tinta de olvido,
yo puedo hacer que resucite al pie de la letra

(morirme al pie de la letra que dice que morir es soñar:
El epitafio que para sí escribió Alejandra.
A saber qué habrán puesto en su tumba)
su alma, su melodía, su propio rostro.
¡Más que esos curanderos sacando de la manga de su ciencia
medicinas inútiles!

(Ya comprobaría yo cuán inútiles al cabo de 15 años y la muerte de mi hermana)
Estas palabras pronuncio en el sueño
mientras contemplo la llegada...
cual coches aparcados a doble fila,
no parecen personas,
la llegada presentación de amigos y parientes ante su féretro.
El fotógrafo inicia su labor de disparo en disparo;
y yo percibo a un rostro que se supone muerto,
moviéndose de un lado a otro como diciendo No.
-No dispares tu cámara si cortas su cabeza
sacándola del mundo yena profesional.
Digo en el sueño. Y despierta reflexiono:
Hay trabajos a los que nadie debiera dedicarse
si desde ellos se refrenda la desaparición de otros
y únicamente por el plato de alubias que a ti te permite la subsistencia.

Rapto a la muerta a bordo de un extraño submarino.
Viajamos al fondo de unas más que extrañas "aguas"...
o luz
atravesando una primera capa o fondo de hielo.
Y una vez dentro de él, de ese primer fondo que al fondo conduce,
la cabeza se vuelve a unir al tronco
-efectivamente la labor de la "yena profesional", de disparo en disparo,
se la había cortado-
las venas cortadas, a las venas...
Y dos muertos de nuevo ante la vida
triunfando del horror.

Ignoro quién pueda ser el segundo de esta resurrección,
si es el primero a bordo, ¿yo?
No alcanza a más el sueño

(Ahora puedo decir, a 2008, mientras esto transcribo,
que quizá el segundo de esa onírica resurrección,
primero a bordo, desde luego no era yo,
sino alguien que precediendo a Cecilia ante la muerte en cuatro años,
todavía tendría que esperar otros 26
para que alguien soñase, ¡y hasta despierta!, con su resurrección)
Si muero descendiendo al fondo de los mares,
arrancaré del hielo un principio vital
que desconocen las ciencias oficiales
y sus principios curanderos,
principios y preceptos cuyo origen es su propia caducidad.

Esta última reflexión en el poema-sueño ignoro si la pronunció la vigilia, o era algo también contenido en la onírica presentación.
Grupo poético de Sombra & Sombra Dentro de mí con ella que es yo El extraño caso de una generación fundándose a sí misma.
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