

Raoul Wallenberg / Mariam Cohem
Como un poema que no podía dejar de ser escrito.
Con estas palabras de Alejandra Pizarnik
unifico los dos mayúsculos Versos
que fueron las Vidas de esas dos personas.
Y traigo aquí, este diario que empezó siendo un homenaje a ti, recuerdo sólo tuyo hermana, pero ¡¿qué mejor compañía que la que te traigo?!, ¿cuál otro diario de los míos actualizar con el rostro de esta mujer ignorada y héroe, que el tuyo? (en buena compañía los tres rostros, el tuyo hermana que preside esta bitácora, el de ellas: Alejandra, héroe de la Palabra, Mariam: héroe de la Acción) Y traigo aquí a este diario, decía, únicamente el rostro de Mariam y no el de Raoul, el otro héroe del cual hablaba en mi artículo de "I only see roses II" con el que dejo enlace arriba, pues él SÍ ESTÁ RESCATADO POR LA HISTORIA, al ser diplomático y haber, su caso de desaparición y asesinato por el estalinismo, dado la vuelta al mundo. Ella, más ignorada por esta historia que tanto se olvida de las víctimas, ¡LOS HÉROES!, en beneficio de los asesinos, casi siempre estadistas, en beneficio del poder y las posesiones, en detrimento de los desamparados. Ella, Mariam Cohem, de la cual no hay página en internet con la que pueda enlazar que nos narre su vida, como sí hice en el artículo de "I only see roses II" con Raoul Wallenberg, y hago aquí.
Hermana, me es el rostro de esta mujer, Mariam, que me pasó con el de Alejandra, como si fuera de la familia, como si fuese un rostro que hubiese conocido desde siempre. No es el rostro que llevo grabado en las entrañas que decía Alejandra Pizarnik del rostro del Amor, de su Amor, en las entrañas suyas... Pero me es tan familiar: Como de mi misma sangre. Bien ha estado entonces hermana, que haya recalado aquí, a la orilla tuya.