Dice en un apartado titulado tan mentecatamente, como toda su obra es mentecata y si producida por un chulo que se autotitulaba, o sus libros, de "seductor", "La pérdida psicosomática de la libertad" (S. Kierkegaard, que jamás supo de la angustia pero escribió sobre ella, como también de libertad, todas las virtudes teologales, humanas, y sus contrarias, si se es, sobre todo si se pretende ser, "seductor", qué no habrá que no caiga en tus redes) la única frase destacable del mismo, mas dicha sin entender siquiera él lo que estaba diciendo, ni menos a quiénes se refería, él los llama "endemoniados": "Encuéntrase entre semejantes endemoniados una compenetración en la cual se apegan angustiosa e indisolublemente unos a otros, de tal suerte que no hay amistad comparable con esta intimidad".
Efectivamente. Mas pongamos a los "endemoniados" su nombre: ¿mentecatos cual él?, ¿toda laya de personas corrientes a cual más endemoniada, si lo demoníaco es la vaciedad, como precisábamos a este mismo caballerete o caballito de la feria del ilustre pensiero en "I see only roses II"? "Encuéntrase entre semejantes mentecatos, gente de lo más corriente, por ello ilustre o ilustrada de vaciedad, una compenetración en la cual se apegan, sin angustia alguna, pero de lo más indisolublemente, unos a otros, de tal suerte que no hay amistad comparable con esta intimidad". Así hubiera quedado bastante mejor la frase: pues verdadera, nada de ambigüedades de "endemoniados"; la endemoniada gente corriente que de tan serlo a ilustre llega. No irían a aplaudirme a mí que nada tengo que ver con ellos.
No hay amistad comparable con esta intimidad (Huelga poner siempre el mismo ejemplo de lo bloguero que por aquí se mueve dotado de tal capacidad de "amistad" que sólo Kierkegaard pudo describirla) , la intimidad que entre ellos se muestran todos los corruptos, todos del lado irreprochable de la ley pues todos inocentes, y si culpables, juez que dijo "digo", aunque con la boca pequeña, sociedad que dice "diego" y a pleno pulmón: todos inocentes; la intimidad de los mafiosos entre ellos: pacto de sangre; intimidad de líderes políticos, militares, económicos, que, por cierto, ya que estamos en tiempos proféticos, ¿se acabará llegado el Mabus, que ya llegó, tercio Anticristo, de tan torcido o repetitivo en los liderazgos, por los Estados Unidos de Norteamérica? ¿Se acabarán esas alianzas del mal en las cumbres, siempre en las cumbres, ellos jamás conocieron depresiones por mucho que las fabricasen, las ahora llamadas crisis, nos acabaremos todos con ellas? ¡Ah! A la vuelta de la esquina, año 2009, la respuesta.
Sigamos con Kierkegaard, uno de los tantos Mabus del pensiero. En el apartado siguiente al aludido del cual tomamos la frase por mí clarificada, y titulado de lo más industria automovilística de nuestro presente, aunque tocado (siempre con tocado éstos, tienen, tuvieron mucho que ocultar, de ello tanto les publicaron) del espíritu griego, ese que lindaba con el aire, cual todos los espíritus: bocanadas de aire somos que de no vivir se nos asfixia para que no molestemos con nuestro suspirar, o al revés; del apartado titulado: "La pérdida neumática de la libertad", tengo de mi mano destacada esta otra frasecita: "Es también la verdad el acto de la libertad, en cuanto que ésta, en efecto, produce continuamente la verdad" ¡! Nos admiramos, o se admiten risas.
Produce continuamente la verdad. Cualquiera diría que vamos de verdad en verdad como de árbol en árbol iban nuestros antepasados. ¡Y encima dice que es la libertad la que produce verdad! Anonadaditos estamos de cuantísima mentira, o sea toda, la tiene como madre, a la libertad. Libertad que no ha sido en manos de la vaciedad, o sea el común de los mortales, lo endemoniado, otra que libertinaje: libertad de hacer daño, libertad de despreciar y pisotear los individuos que nada valen (puede ser un ejemplo el caballito de la feria del pensiero mentado, o cualquier otro caballito de feria por libros o blogs) a los que sí tuvieron algún valor, sobre todo si las. El bodorrio libertad y gentuza que nada vale sólo produce engendros, o sea embustes, o sea semen viejo lenguaje, animal mojado de agua negra huesos que despistan, huesos que se hacen pasar por carne, cenizas que por lava de volcán, materiales desechables por materias primas... Cuando las únicas verdaderas primas son las estrellas que se tragan sus bocazas entendederas auténticos agujeros de inmundicia de lo tan sucio, hollín tan negro.
¿Qué va a brillar ahí, en un cosmos diseñado tan agujero negro, tan letrina?
¡Va por todos ustedes!, como dicen los toreros, culo de la normalidad.
Pero no voy a despedirme. Ya quisieran todos ustedes pedazo de mierdas tan libres y vuestras obras o hechos embuste. Acabo de leer más abajo, en este mismo apartado en que el petimetre del siglo XIX confundía libertad con verdad, o sea libertinaje con libertad, algo al respecto de "intimidad", que entronca con la otra frase comentada de la amistad entre truhanes. Allí decía que "no hay amistad comparable con esta intimidad" entre truhanes, o sea gente del culo de lo más normal; y aquí dice: "La certeza, la intimidad (no sé qué coño, seguramente pollas, tendrán que ver certeza e intimidad, pero esas son las "libertades", que luego se confunden con "verdades", que se permite el imbécil, sobre todo si filósofo, o cuasi, pensatore pesante o pedante) que sólo se alcanza por medio de la acción (¿? otro asombro, ¿intimidad es acción, se alcanza por ella, certeza lo es?, yo estoy cierta en que él, ¡y mucho más! los que no alcanzarían su talla, si de tontos hablamos: siempre los hay mayores, yo estoy cierta de que él era imbécil y sin embargo no he realizado acción alguna para llegar a la conclusión; acción ahora al expresarlo no al percatarme, que sólo con poner la vista encima de una frase ya sabemos de qué va el fraseador) y sólo en ésta tiene existencia, decide si un individuo está endemoniado o no". ¡Dale con los demonios el remueve ollas pedro botero, o "gotero", si tenía gota de tanto que se atracaba! Primero decía que los endemoniados tenían intimidad, tan sin asomo de ninguna duda que no hay amistad comparable a ella, y aquí apuesta por que la "intimidad" es lo que decide que un individuo esté endemoniado o no. ¡Entonces ¿cómo carajo habían intimado tanto si aún no estaba decidido si endemoniados o no, los únicos capaces de intimar a extremos tales que cualquier amistad es sombra en sus cercanías?! ¿Estamos endemoniados, pues intimamos?; o: ¡Intimemos, por todos los demonios!
Ya es que me desvencijo, o sea: acabo.