Tengo que repetirme, repetir:
Cuantos mueren,
es la falta de Amor lo que les mata.
Les mata el amor tan pequeño que aquí se practica,
cada cual ejerciendo su profesión de la manera más mínima:
Doctores en medicina que ponen antes el triunfo de la muerte
que su fe en la vida que debieran preservar;
prostitutos ejerciendo de portavoz de Dios
-Convencida estoy que insulto a las ramera con comparación tan odiosa-
curas de toda creencia desvirtuada
sacerdotes de absurdos;
¡portadores de la palabra mucho más prostituidos aún!
convencidos de que el Verbo no creó nunca el Mundo.
¡Y aquí está desnudo y aterrando!
¡¡Levantaos del llanto!!
Porque si enlazadas quedaran nuestras lágrimas
como una larga fila de fusiles...
¡La descarga arrancaría al Cosmos
su faceta de muerte
careta de su rostro
velo-separa-dimensiones!
enganchado a las letras de tu nombre,
ya él mismamente descarga de fusil que aquí digo...
¡Pero esa lápida, cerrojo, carpetazo que damos
al episodio los episodios que más nos disminuyen
aunque no tanto como la miseria el mal que los procuran!
Ese portal de piedra cerrojo que echamos
a ninguna posible ya comunicación....
Y sólo de vuestro lado la predisposición a comunicaros
que captamos, como yo en 2002 a Alejandra,
sólo si están en juego muchas vísceras,
todas las vísceras.
Dos leves imágenes crepusculares de ti,
yo tengo dos leves imágenes crepusculares:
en una, los primeros días de tu muerte,
tú en un Lugar que en silencio alababas
Lugar de toda tu amada música
una viola d'amore entre tus manos;
y ahora cuando internet y sus ataques,
cuando abandoné las bitácoras ya.com
Llanto desesperado
Un matrimonio indio llora la muerte de su hijo de ocho años, arrastrado por una ola
Un matrimonio indio llora la muerte de su hijo de ocho años, arrastrado por una ola
gigante en la ciudad de Cuddalore.
por algo casi idéntico que me sucede en blogger,
tú apareciéndote al lado de Alejandra
aconsejándome que fuese valiente hasta el suicidio,
que fuese valiente hasta arriesgarlo todo,
no que me suicidase,
ya sola te matas, ¿verdá hermana?,
ya a secas te matan,
ya te mueren te anochecen
Pues aquí estoy arriesgándolo todo
como tú lo pediste...
Y arriesgando, en fin, nada.
Pues ¿qué tuve, qué alcancé?
¡¡Arriesgando mi obra mi Palabra a que pueda ser más impunemente masacrada befada ninguneada ocultada!!
Y ahora podría decirse:
¡Levantaos del llanto por vuestros muertos y llorad por vosotros mismos!
que dijo aquél